El cambio climático acentuó la irregularidad de las precipitaciones en el país, situación que afecta en mayor medida a la Región de Coquimbo, con fuertes consecuencias en provincia del Limarí, debido a su vocación eminentemente agrícola.
Por ello, las tecnologías disponibles apuntan no solo a utilizar de manera eficaz el escaso recurso hídrico, sino que las técnicas también se ponen al servicio para encontrar nuevas fuentes. Con esa premisa, Corfo está implementando un Reto de Innovación que incorpora un sistema para detectar y estimar agua subterránea, a través de ondas sísmicas.
Dario Valenzuela, ejecutivo Hídrico de Corfo en Coquimbo, explica que las mediciones se están realizando en dos predios de la comuna de Ovalle, ubicados al sur de sector de Pachingo. ¿Cómo funciona el sistema? “Con la empresa G-Strata, se levantaron las características geográficas de cada terreno, usando un equipo Dron. Este modelo utiliza dos instrumentos. Primero, con electrodos se emiten señales eléctricas o magnéticas y la refracción de las ondas va midiendo el subsuelo, levantando un perfil estratigráfico -distribución espacial de los materiales- de lo que se encuentra”, indica el profesional.
La innovación viene cuando se complementa el modelo con sensores sísmicos que emiten vibraciones mecánicas, capaces de estimar el volumen del agua subterránea. Posteriormente, todos los datos con analizados en un software. “La unión de los dos modeladores determinan de forma más óptima -o con menor riesgo y mayor probabilidades- la ubicación y la cantidad del agua”, sentencia Valenzuela.
Andrés Zurita, director Regional de Corfo, sostiene que “existen dos productores que se interesaron en este convenio y colaboran con la aplicación de estos estudios geofísicos intra prediales”. Añade que este “innovador sistema incrementa en un 20% las probabilidades de dimensionamiento de los acuíferos subterráneos”.
El concepto es poder visualizar el agua subterránea desde dos puntos diferentes, pero complementarios. Mientras uno capta la señal que es propia del agua, la otra mide el efecto que produce el recurso hídrico en contacto con el medio.
Luego del levantamiento y análisis de la información, se definirá una línea de base. Posteriormente, se validará un prototipo piloto en distintos entornos operacionales, con el objetivo de medir los indicadores claves de rendimiento de la herramienta tecnológica, y garantizar su eficacia.