Gran emoción se percibió desde muy temprano ayer domingo en la plaza de Andacollo, bajo un abrasante sol, que no fue impedimento para que integrantes de los Bailes Religiosos manifestaran su fe a Dios y a la Virgen con sus instrumentos y danzas. Y es que tras una larga ausencia, producto de la pandemia, retornaron hasta la Montaña Santa para venerar a su Madre en la tradicional “Fiesta Grande”.
Según datos del Municipio de Andacollo, alrededor de cuatro mil personas llegaron a la comuna a festejar a la Virgen de Andacollo, una cifra muy reducida en comparación a otros años, donde los visitantes y peregrinos alcanzaban los 200 mil personas aproximadamente.
Recordemos, que cada año, Andacollo se tiñe de pintorescas calles, con mucho comercio, cierre de calles y circuitos especiales de fiesta, sin embargo, debido al plan de emergencia a raíz de la pandemia, el aforo fue mucho más reducido y no se contempló el comercio.
En esta oportunidad, los bailes religiosos fueron realizados por personas de la comuna y de la región, dejando fuera a visitantes, peregrinos y bailarines de otras partes del país.
Anteriormente, el comercio en Andacollo concentraba cerca de 500 comerciantes empadronados, sin embargo este año no se autorizó el circuito, ni tampoco el cierre de calles para el encuentro de los bailes, ya que según declaró el municipio local, el objetivo era destacar el espíritu religioso y dejar de lado el comercio por temas de contagio.
Cabe señalar, que la Fiesta se desarrolla entre los días 23 de diciembre hasta el 27 del mismo mes, donde anteriormente se realizaban misas cada una hora, no obstante, en esta ocasión se llevaron a cabo solo 4.
En este sentido, el alcalde de Andacollo, Gerald Cerda, expresó que, “estamos muy emocionados, celebrando a nuestra Virgen Santísima del Rosario de Andacollo, estamos contentos, debido a que las cosas han resultado muy bien, gracias a la coordinación con la mesa COE y cada una de las autoridades regionales, como comunales, para que se pueda llevar a cabo de manera segura y sanitaria”.
jornada de oración
El Santo Rosario, mascarilla, alcohol gel, protector solar, agua y mucha fe, cargaron en sus mochilas al alba de este domingo 26 de diciembre, los peregrinos de la Virgen del Rosario de Andacollo, con la motivación de acudir al Santuario de la Chinita y participar de la Jornada de Oración que se programó ante la suspensión de la tradicional Fiesta Grande.
Luego de dos horas de presentación de los Bailes Religiosos que se dieron cita en la ocasión, tuvo lugar en el frontis del templo parroquial la Eucaristía Solemne que presidió el Arzobispo René Rebolledo Salinas.
Durante la jornada, se conmemoró el 120° aniversario de la Coronación canónica de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, razón por la cual se quiso revivir el acontecimiento. Fue así que la familia Galleguillos Monroy, provenientes de Paihuano, hizo ingreso portando las dos coronas originales que se utilizaron en 1901, por autoridad del papa León XIII y del Obispo de aquel entonces, Mons. Florencio Fontecilla.
Traspaso de fe
. “Es una gran alegría el volver a encontrarnos después de tanto tiempo, especialmente por las dificultades que presentó la pandemia. Gracias a Dios y a la Chinita como agrupaciones de Piedad Popular no hemos sufrido la pérdida de ningún integrante, pero nos unimos en el dolor de quienes si han vivido el fallecimiento de un ser querido. Vivimos esta jornada con la esperanza de que próximamente podamos tener una fiesta en normalidad”, expresó el Cacique General, Jaime Guerrero.
Al respecto, Margot Bobadilla, visitante de Coquimbo y fiel creyente de la Virgen, comenta que, “esto yo lo vivo desde niña, porque es una herencia de mi abuela, que se traspasó de generación en generación, ya que ellos son de Maitencillo, entonces siempre hemos venido a ver a la virgen, desde que tengo uso de razón, mi abuela se lo heredó a mi madre y mi madre a todos nosotros y yo a mis hijos”.