La polémica está instalada en torno a la discoteque Circus, de Coquimbo, donde el fin de semana recién pasado se registró una agresión por parte de al menos dos sujetos a cinco personas que terminaron con diversas heridas. Los hechos se conocieron a través de redes sociales, con fuertes fotografías que mostraban sangre en varios puntos del recinto y el testimonio de jóvenes que acusaron falta de protocolos del local.
A lo anterior se sumó una denuncia por violación, presentada por una mujer el 13 de marzo, quien acusó que un hombre que conoció en la misma discoteque la llevó hasta su casa y la atacó sexualmente, hecho que está siendo investigado por la PDI, que ya realizó diligencias en Circus para levantar evidencias del caso.
Pero las denuncias no han terminado ahí. Desde que se conoció el incidente del domingo, han reflotado varias acusaciones a través de “funas” de redes sociales, por parte de extrabajadores que en los últimos meses han apuntado a las malas condiciones laborales y maltratos por parte de uno de los jefes, Gerald Troncoso, esposo de la dueña del local, con quien también son propietarios de Frida’s Bar, en Peñuelas.
Indagando en estos antecedentes, Troncoso es investigado en calidad de imputado por un presunto delito de abuso sexual, que fue denunciado en enero por una adolescente de 17 años que trabajó en Circus.
Desde la PDI confirmaron el inicio de las indagatorias, que siguen en curso. “Los detectives realizaron una serie de indagaciones que fueron remitidas a la fiscalía local, para su análisis y generar nuevas instrucciones, si se estima necesario”, afirmó la comisaria Carolina Olivares, de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex).
Una “situación extraña” y un abuso
Pese a que ya expuso públicamente su caso en redes sociales, abordaremos la denuncia sin revelar el nombre de la afectada, por tratarse de una menor de edad al momento de los hechos.
La joven de 17 años comenta que “la cosa empezó el día anterior, cuando ocurrieron sucesos extraños que en ese momento no quise comentarle a mis papás”.
Todo pasó en enero, cuando trabajaba como ayudante de cocina, autorizada por sus padres con un permiso notarial.
Un día fue despedida y se acercó al local para saludar a sus compañeros, con quienes forjó buenas relaciones mientras estuvo ahí. En ese momento, según su relato, se habría acercado Gerald Troncoso. “Me dijo que no me fuera, que siguiera trabajando, yo feliz, porque quería trabajar y me ofreció llevarme a mi casa”, señaló, pero cambiaron los planes.
“En ese local era mucho de compartir con tus jefes como carreteando”, aclara la joven, para luego relatar que el hombre la invitó “a unas chelas” en la playa.
“Nos fuimos, compramos las chelas, luego me invitó a su departamento. Yo pensé que era un departamento normal, pero era solamente de una pieza. El tipo actuó de una forma super extraña. Si yo invito a alguien a mi departamento no voy y me acuesto en la cama, yo voy y lo atiendo, converso, pero este tipo se acostó, apagó las luces y yo le dije si podía encenderlas y me dijo ‘enciende las del baño si quieres’”, afirma.
En ese momento decidió irse y como ya podía volver al trabajo, retomó su rutina al día siguiente, cuando pasó por la situación más angustiante.
En un “after” con compañeros de trabajo, que habría tenido lugar en el Frida’s Bar de Peñuelas, Troncoso se habría acercado nuevamente.
“Me dio besos, me dio varias nalgadas, me tocó y preferí no contar a mis colegas lo ocurrido, porque él estaba muy encima mío, muy ‘catete’, no me dejaba hablar con nadie, si hablaba con alguien él interrumpía, se hacía el gracioso. Esa actitud fue muy denigrante frente a todos ese día. Me notaron rara, triste. Renuncié al día siguiente”, señala.
Ese mismo día presentó la denuncia en la PDI, que sigue vigente y sin nuevos movimientos hasta ahora.
Pero sus problemas con Circus no terminaron ahí, ya que asegura que no le pagaron por su trabajo y hasta el día de hoy está asesorándose con abogados por el tema laboral. Una situación que han sufrido varios.
¿Cuáles fueron las funas?
Hablamos con dos de las personas que “funaron” a disco Circus. Cabe señalar en este punto, que las funas no están presentadas como denuncias en ninguna instancia y se mantienen en el ámbito de redes sociales. Son varias, incluso de artistas que han actuado en el local, que tiene temática circense.
Un trabajador, que prefiere mantener su identidad en reserva, comentó que sus problemas comenzaron por demoras en los pagos.
“Llegó el día y me dijo que después me iba a pagar, que no vino gente, y era verano, la disco se llenaba. No pagaba nunca, nos aburrimos, después nos pagó la mitad. Yo me iba a salir, pero me ofreció más plata, pero después tampoco me pagó”, declara.
Como no vio resultados, el joven trabajador dijo que iba a funar al local para que le cancelaran lo que le debían, momentos en que lo mandaron a hablar con Gerald Troncoso.
“Me insultó, qué no me dijo, me dijo de todos los disparates que hay. Finalmente me pagaron la mitad y lo funé por Instagram y ahí empezaron a llegar más funas”, comenta.
Tras difundir en redes sociales lo que le había pasado, muchas personas comenzaron a enviarle mensajes, afirmando ellos habían vivido una situación similar y las funas se hicieron masivas.
“Lo que pasa es que la gente de la disco tiene miedo, porque el gallo es medio agresivo y no solo en Circus pasó, en Frida’s también hay harta gente a la que no le ha pagado”, comenta.
El joven renunció y afirma que le comenzaron a llegar amenazas para que bajara las publicaciones. “Yo no pesco”, sostiene.
Hoy trabaja en otro local en la Avenida del Mar, desde donde vio el paso de las ambulancias tras la agresión de la madrugada del domingo. Más tarde, descubrió que se trataba de tres amigos suyos, por lo que volvió a compartir su experiencia en redes sociales.
Otra de las personas que decidió hablar es una joven que afirma haber empezado junto a Troncoso en Circus. Un día, vio cómo Gerald insultó a una encargada de seguridad. “Le dijo que era una negra cu… estúpida, la echó y le dijo que no volviera más”, sostiene.
Tiempo después, le ocurrió a ella. “Le fui a cobrar y me empezó a tratar de estúpida (…) que me fuera. Me fui y al otro día funé a la discoteque, fui a cobrarle la plata y me echó con guardias. Se demoró un mes en pagarme y lo hizo por amenazarlo con que lo iba a funar”, agrega.
Luego de su experiencia, la joven vio cómo se iban sumando antecedentes y denuncias, uno de ellos el del abuso sexual y varios otros por no pago a artistas y trabajadores. Cuenta también que “hay funas en Frida’s, que tampoco les han pagado”.
Desde homicidio frustrado a lesiones
El abogado representante de las víctimas de la agresión en Circus el pasado domingo, Diego Rojas, indicó que preparan una querella contra los autores del ataque por el delito de lesiones. Asimismo, evalúan las acciones contra el local por lo ocurrido.
“La discoteque incurre en responsabilidad en lo que son los derechos de los consumidores, porque ellos debieron haber prestado la seguridad necesaria en la prestación de sus servicios”, explica el jurista.
En ese sentido, precisa que dos antecedentes importantes son, por un lado, no contar con los medios de seguridad idóneos y, por otro, haber estado funcionando sin patente de alcoholes al día.
En cuanto a la querella criminal contra los agresores, Rojas sostuvo que los delitos podrían ir desde el homicidio frustrado a las lesiones, dependiendo de cómo las personas fueron afectadas.
En este punto, recalcó que desde su perspectiva, no se trató de una riña, sino de una agresión desproporcionada.
“Acá la primera agresión por parte de los presuntos autores, parte sin ninguna provocación proporcional de parte de mis representados”, dijo.
Cabe señalar que según los antecedentes que se han ido conociendo conforme pasan los días, los jóvenes afectados se encontraban dentro de Circus, compartiendo en el tercer piso. En ese contexto, uno de ellos habría pasado a llevar la mesa de uno de los victimarios, quien reaccionó de mala manera atacándolo con una botella. Las agresiones continuaron por parte del grupo y en total resultaron cinco lesionados, algunos de ellos en las afueras del recinto, hechos que fueron captados en video.
Los heridos fueron atendidos por un grupo de jóvenes estudiantes de enfermería que se encontraban en el lugar también como clientes.
“Tú no puedes atacar a una persona, rompiéndole un vaso en la cara y causándole rotura de arterias porque te empujan una mesa y más encima de causalidad, en un lugar estrecho de poca movilidad y lleno de gente. Hay cero proporcionalidad”, reiteró el abogado Diego Rojas, de M&R Abogados.
El representante legal de las víctimas dijo que están afinando detalles para presentar la querella criminal esta semana, posiblemente el día viernes.
Además, afirmó que también se presentaría una demanda civil, en contra de los autores del delito y el dueño de la discoteque.
“Hay fotos que circulan de sangre en redes sociales dentro del local. Eso es porque nosotros como empresa recogimos a estos heridos y los llevamos dentro para poder prestarles atención. Evidentemente, para personas heridas de esa manera, esperar más de 20 minutos habría sido muy grave, si no se les hubiese prestado ayuda hubiesen sangrado mucho más”, dijo.
La versión es rebatida por el abogado Diego Rojas, quien indica que los sacaron afuera.
“De partida ellos dicen que activaron su protocolo, pero acá hay cosas que son de sentido común. En qué protocolo con criterio dejas a cabros que estaban heridos, después de haberse agarrado con armas cortopunzantes en la calle, solos, con otros dos agresores que van a buscar un puñal a una camioneta. En el fondo, ellos lo único que hicieron fue intentar lavarse las manos y que se mataran afuera. Ellos (Circus) obviamente se van a defender, pero una cosa es lo que digan y otra son los hechos”, recalcó.