Alto impacto en la productividad, optimización de los procesos, uso de tecnologías innovadoras y foco en la sostenibilidad son solo algunas de las ventajas de incorporar la construcción industrializada en las viviendas, permitiendo así dar respuesta a la urgente necesidad habitacional de nuestro país y, con ello, mejorar el estándar de calidad de vida de los chilenos. Parte de estas conclusiones fueron destacadas en el seminario “Construyendo futuro: desafíos actuales para la industrialización de viviendas”, organizado por el MINVU región de Coquimbo y la CChC La Serena.
La jornada que tuvo una alta convocatoria e interés de los asistentes, contó con tres paneles en los que se abordó, el marco regulatorio y contexto país para la industrialización de las viviendas; la experiencia empresarial y el caso exitoso de la construcción del Condominio Killari, en la región de Atacama.
Entre los expositores, el jefe nacional de la División Técnica del MINVU, Ricardo Carvajal destacó esta instancia como una oportunidad para conocer sistemas constructivos nuevos y que ya se han realizado en distintas zonas del país. “Actualmente tenemos más de 1.100 viviendas industrializadas que están en ejecución o se han entregado y hemos avanzado con el diseño propio del Ministerio de Vivienda y Urbanismo con las empresas de las viviendas tipo industrializadas que ya se han incorporado en las emergencias de reconstrucción en Viña del Mar, Bio-Bio y O’Higgins”, afirmó.
Por otra parte, recalcó que el desafío es avanzar en la construcción de 20.000 viviendas industrializadas y para ello, junto con la CChC se busca capacitar a las empresas constructoras para que conozcan este sistema. “Este es el primer paso y lo realizaremos este año, en paralelo iremos avanzando con los detalles que esperamos tener ya afinados para las próximas semanas, respecto a este llamado de 20.000 viviendas industrializadas que vamos a lanzar. Queremos dejarlo andando este año para empezar a implementarlo durante el 2024. Debemos ir ganando tiempo para ejecutar el Plan de Emergencia Habitacional y es indispensable correr para cumplir con la meta”, subrayó el jefe de la DITEC.
Un ejemplo elocuente del impacto que ha tenido este sistema para apalancar la urgencia de soluciones habitacionales fue el relato de la presidenta del Comité de Vivienda Luz del Desierto, condominio Killari de Copiapó, Nilda González, quien afirmó “la construcción industrializada es más rápida, más limpia, con mejor terminación. Todas estas cosas nos ayudan como comité ya las familias vulnerables que solamente cuentan con su ahorro para postular a esto y tener una terminación de esa calidad, no se le puede envidiar a un DS-19 hoy en día, así que estoy más que feliz”.
En tanto, para el presidente de la CChC La Serena, Felipe Páez, esta instancia refleja que cuando se aúnan voluntades se logran los objetivos “la prioridad está en resolver la urgencia habitacional a las más de 640 mil familias que no cuentan con acceso a la vivienda en nuestro país, de manera que el sistema de construcción industrializada debiera establecerse como una Política Pública de Estado. Conocimos la experiencia de empresas y de una futura usuaria, vimos el alto interés del sector público, privado, de la academia y la comunidad por este tema, lo que nos demuestra que podemos lograr cosas por un objetivo común que es disminuir el déficit habitacional”.
De las experiencias de empresas líderes en la industrialización de viviendas en nuestro país, el gerente comercial de Baumax, Sebastián Lüders afirmó “en esto uno se tira al agua o se queda afuera. La fórmula para un mejor resultado es realizar proyectos ciento por ciento industrializados y no prototipos o mini pilotos. Esto va más allá de un panel, es todo lo que lo acompaña, planificación, proyectos, moldaje, gente, etc. El futuro de la industrialización está empezando, quizás nosotros llegamos un poquito antes, pero sí estamos avanzando y sumando cada vez más gente”.