Con el aporte del Centro Regional de Investigación INIA Inti Huasi y la Municipalidad de Coquimbo, finalizó el proyecto “Banco de Semillas: Laboratorio para especies nativas y endémicas de la región”, realizado por la Fundación Circulo Remolino de La Serena y financiado por el Fondo de Protección Ambiental del Ministerio del Medio Ambiente.
La motivación para concretar esta iniciativa fue la actual destrucción de los hábitats de la flora autóctona que está causando la extinción de especies en nuestro territorio; lo que, unido al cambio climático, la contaminación y la introducción de especies exóticas invasoras y la actividad humana han causado este problema.
Según el Seremi del Medio Ambiente Leonardo Gros,“este proyecto que recibió un aporte de 6 millones se enfoca en evitar la extinción de especies nativas por sus efectos significativos en la comunidad y el entorno, entre las que destacan la pérdida de biodiversidad, lo que genera un impacto negativo en la fauna local que depende de ella para su alimento y refugio. La desaparición de especies vegetales puede alterar los ecosistemas locales.”
Las plantas nativas desempeñan un papel fundamental en la provisión de servicios ecosistémicos como purificación del agua y polinización, lo que afecta a las comunidades humanas que dependen de ellas, entre otras causas, por la sobreexplotación de los recursos naturales, los cambios de uso de suelo y los incendios forestales.
Escuela libre Círculo Remolino
Las actividades de este proyecto fueron ejecutadas por 45 alumnos de dicho establecimiento educacional, cuyas edades fluctúan entre los 4 y 14 años. Quienes se mostraron muy satisfechos por su participación. El Círculo Remolino surgió de “la necesidad de acompañar los procesos de creación y en una educación consciente y respetuosa con los procesos propios de la niñez, desde las expresiones artísticas y la mediación cognitiva.”
Al respecto, Estela Sansana de 12 años dijo “las salidas a terreno fueron muy entretenidas, me gustan las plantas. Encontré semillas de palo negro y chamiza. Vamos a dejarlas para ver si están en buen estado, repoblar e investigar. Es importante recolectar semillas para evitar que estén a futuro en peligro de extinción. Por eso, pedimos a las personas que cuiden las plantas, no las saquen, porque quizás en el futuro no habrán más.”
En este sentido, Gabriel Silva director de la Fundación Circulo Remolino expresó “esta iniciativa nace del trabajo que tenemos con el cuidado y la preservación del medio ambiente, los elementos naturales de la vida, como la semilla, que propone transcendencia, memorias y recuerdos. Los niños tuvieron que identificarlas, clasificarlas, cuidarlas en el invernadero y en el laboratorio. Una de las actividades que más les gustó fueron las salidas a terreno a El Panul y al banco de semillas del INIA en Vicuña.”
La coordinadora de este proyecto, Natali Rivera, ingeniera agrónoma, detalló el trabajo ejecutado. En primer término, se habilitó un laboratorio educativo experimental y el banco de semillas, equipado con todo lo necesario para informar a la comunidad sobre la importancia de las plantas nativas y endémicas. Posteriormente se cultivaron las semillas para replantar zonas de la región que se han visto afectadas.
A continuación, se adquirieron los equipos y materiales necesarios y se realizaron diversas charlas educativas sobre plantas nativas y endémicas, formas de recolectar semillas en terreno y cómo se deben guardar en el banco de semillas. Finalmente, se dictaron charlas y talleres teórico-prácticos en terreno y en el laboratorio, para educar a la comunidad sobre el patrimonio natural, contribuyendo a su reforestación y preservación en el tiempo.
Este proyecto contó además con la colaboración de las ONG Movimiento Eco Panul y el Colectivo Ecológico Aflora.