Tras dos años desde el inicio de la emergencia sanitaria en Chile, el coronavirus sigue estando latente en el país, puesto que no sólo afecta a las personas con síntomas propios de la enfermedad, sino que también en la salud mental.
De hecho, el deterioro y el descuido de la salud mental puede gatillar en que las personas padezcan de diversos cuadros, entre ellos la coronafobia, un nuevo trastorno ansioso provocado por el Covid.
De acuerdo a López, una de las características principales de este trastorno es “el excesivo lavado de manos, desinfectar todo lo que llega a la casa, limpiar constantemente las manillas de las puertas y el temor extremo a salir a la calle producto del riesgo de contagio”.
No obstante, esta exacerbación en el autocuidado e higiene terminaría generando ciertas restricciones en la vida habitual de las personas, “el temor a contagiarse genera trabas en el diario vivir con otras personas, como ir al trabajo, al colegio o socializar”, agrega López.
¿Quiénes están más propensos a padecerla?
De acuerdo a la experta, las personas con mayores probabilidades de adquirir esta “fobia” son las que “con anterioridad padecen de trastornos ansiosos, personas con ciertos grados de depresión, pero también las que sufren de enfermedades crónicas, puesto que viven con el temor constante de contagiarse y que producto de su enfermedad no puedan salir bien del coronavirus”.
De acuerdo a Paola Salas, epidemióloga de la Universidad de La Serena, “los síntomas de coronafobia son más recurrentes en las personas que ya han tenido coronavirus y que no quieren salir de sus casas ni volver a hacer una vida que los pueda poner en riesgo de tener nuevamente coronavirus. Hay que comprender que es lo normal en una pandemia, dado nuestra nula experiencia y tenemos que ver la manera de enfrentarla como comunidad”.
¿Cómo se manifiesta la Coronafobia?
Según López, la coronafobia puede presentarse en “dolores estomacales y dificultades respiratorias, que en el fondo son síntomas físicos a partir de la angustia y ansiedad que genera por el temor al contagio”.
La psicóloga detalla que producto de este miedo constante al contagio, muchas personas sienten temor a salir, lo cual terminaría provocando aislamiento y depresión, incluso labores diarias como ir al trabajo, tomar locomoción colectiva o compartir con compañeros de trabajo, “generaría una ansiedad tan grande que empieza a entorpecer nuestro proceso de seguir nuestra vida diaria”.
Por su parte, Paola Salas, señala que el gran problema de la coronafobia es que podría afectar la atención de salud, puesto que, “podrían llegar muchas personas a urgencias de manera recurrente, nosotros los llamamos ‘policonsultantes’, porque van muchas veces a los hospitales y no necesariamente están contagiados”.
Según relata la epidemióloga, esto podría tener una explicación por “el alto número de casos diarios que se reportan, por la aparición de una variante y otra en poco tiempo, el cambio en las rutinas, el encierro y el entorno hablando constantemente del tema todos los días, lo cual intensificaría “la incertidumbre en las personas y a favorecer la coronafobia”.
¿Qué hacer para mejorar la situación?
La psicóloga recomienda varias alternativas, una de ellas es “ir a terapia, porque los trastornos ansiosos necesitan seguimiento y elaboración para conocer qué nos causa tanto temor y poder repararlo”.
Del mismo modo, aconseja utilizar técnicas de respiración y relajación para poder ir bajando la angustia que genera estar expuesto al contagio, “Por ejemplo, cuando nos venga la angustia, hay un tipo de respiración que se llama el “3,3,3” que uno inhala en tres segundos, mantiene tres segundos y exhala en tres segundos. Eso nos ayudaría a bajar los niveles de ansiedad y poder enfrentar el desafío de exponernos de alguna manera”, detalla.
López hace hincapié en la importancia de mantener los cuidados básicos de protección, pero no extremar estas medidas, “hay que tener claridad que la vacuna nos ayuda mucho y que es fundamental adaptarnos a esta nueva normalidad y generar tareas diarias o semanales para ir exponiéndonos a la vida actual y venciendo el temor del contagio, porque no podemos detener la vida por ello”, cerró.
Salas concuerda con López y enfatiza en que las medidas básicas de autocuidado deberían ser de la siguiente manera: “uso de mascarilla KN95 o de tres pliegues, lavar las manos por 40 segundos luego de volver del exterior, no tocarte los ojos, ventilar constantemente espacios personales, de trabajo y si vas a estar con alguien que sea en un ambiente con ventilación, porque si el virus está presente pueda circular en el aire y no contagiarte, pero hacer la vida con total normalidad, no paralizarnos, enfrentando el virus, no teniéndole miedo”.