Es probable que en más de una oportunidad se haya topado con el aviso “contiene gluten” antes de consumir algún alimento. Es que cada día existe más conciencia en la comunidad sobre los efectos de la enfermedad celiaca, una afección causada por la reacción inmunitaria al comer gluten, proteína que se encuentra naturalmente en la cebada, centeno y trigo, y se utiliza preferentemente en alimentos como pan, pastas, galletas y pizzas, entre otros, muchos más.
Diarrea crónica, fatigae incluso afectación del crecimiento en los niños y niñas, son solo algunos de los malestares más comunes que muchas personas experimentan por un largo periodo, sin encontrar la causa.Esto porque la enfermedad celiaca suele confundirse con otras patologías digestivas, más aún si consideramos que nadie nace siendo celiaco, sino que es una condición autoinmune que se desarrolla con el tiempo por la misma exposición al gluten.
“Los síntomas de la enfermedad celíaca pueden variar considerablemente de una persona a otra. Sin embargo, los más comunes incluyen malestar abdominal, diarrea crónica, estreñimiento, fatiga, pérdida de peso inexplicable, anemia, erupciones cutáneas, dolor en las articulaciones, pérdida de cabello, retraso en el crecimiento en niños y problemas de fertilidad, entre otros. Por eso, si alguien sospecha que podría tener enfermedad celiaca, es importante que consulte a un médico para recibir un diagnóstico adecuado, el que generalmente implica pruebas de sangre para detectar ciertos anticuerpos, y confirmación mediante una biopsia intestinal”, explica la nutricionista del Servicio de Alimentación del Hospital de Coquimbo, Camila Castro.
¿Qué debe comer una persona con enfermedad celiaca?
Se dice que los genes, combinados con el consumo de alimentos con gluten y otros factores, pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad celiaca, pero lo cierto es que la causa exacta aún se desconoce. Sin embargo, algo en lo que se tiene claridad es que el tratamiento definitivo para la enfermedad celíaca es la alimentaciónlibre de gluten de por vida, ya que es lo único que mejora la salud intestinal. En este sentido, las nutricionistas son fundamentales en el apoyo al paciente y el cambio en su estilo de vida.
“Una dieta de este tipo implica eliminar todos los alimentos que contienen trigo, cebada, centeno y avena, así como sus derivados. Las nutricionistas pueden ayudar a los pacientes adaptando las comidas mediante educación sobre alimentos con y sin gluten, planificación de comidas equilibradas, selección de alternativas saludables, educación en lectura de etiquetas de alimentos, sistemas para evitar la contaminación cruzada y monitoreo de la ingesta de nutrientes para evitar deficiencias. Su papel es crucial para garantizar una nutrición adecuada y una buena calidad de vida para quienes viven con enfermedad celíaca”, señala Camila Castro.
Otro aspecto importante a considerar son las comidas fuera del hogar, ya que, si bien hoy muchos productos envasados contienen el sello “libre de gluten”, la situación no es tan simple al pedir un plato de comida. Para que esto no se transforme en un inconveniente, la nutricionista del Servicio de Alimentación del Hospital de Coquimbo entrega algunas recomendaciones.
“Se debe comunicar de forma clara las necesidades al personal e idealmente investigar el restaurante, elegir platos simples y fáciles de adaptar, inclinándose por las opciones más seguras. Además, preguntar sobre ingredientes y preparación, por ejemplo, la fritura siempre en aceite limpio o no contaminado con gluten, uso de utensilios sin contaminación cruzada, entre otros aspectos. Considerar llevar alimentos complementarios sin gluten, y si no les da confianza, elegir otro lugar, pero principalmente disfrutar de la comida con tranquilidad, sabiendo que han tomado las precauciones necesarias para evitar el gluten y proteger la salud”, finaliza
Afortunadamente,para todos los productos que contienen gluten, hoycada día haymás alternativas. Es que la masificación de esta patología, además de nuevos ingredientes como las harinas de arroz o maíz, han permitido cuidar la alimentación y elaborar diversas recetas que brindan a las personas con enfermedad celíaca más opciones para alimentarse, sin tener que experimentar los molestos síntomas.