Con el objetivo de generar indicadores que permitan a las y los agricultores tener información validada sobre el sistema de riego subterráneo para el cultivo de alfalfa, es que el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi estableció en la Parcela Experimental de Pan de Azúcar, en Coquimbo,un ensayo para probar la eficiencia hídrica de este tipo de riego.
Cornelio Contreras, extensionista de INIA Intihuasi y encargado de la parcela, explicó queel ensayo se hará con dos variedades diferentes. “Tenemos una variedad de alfalfa comercial, y una línea avanzada de INIA. Estos materiales, se evaluaran bajo cuatro tipode emisores de riego subterráneo enterrado a 30-40 centímetros”, indicó Contreras, añadiendo que se implementará además un sector con sistema de riego por aspersión, para determinar las diferencias, en cuanto a eficiencia hídrica, entre ambos sistemas de riego.
El encargado de la parcela de INIA, sostuvo que se vaa comparar tanto las variedades de alfalfa, como los sistemas de riego. “tendremos información si existe diferencia entre los emisores de riego subterráneo evaluados, la cantidad de agua de utilizada parcial y total por sistema, podremos estimar productividad y calidad del cultivo, y con esta información calcular indicadores de productividad y eficiencia hídrica de los cultivos”, información que en una zona árida como la nuestra cobran cada vez mayor importancia.
Gran eficiencia hídrica
Desde hace varios años que INIA Intihuasi comenzó la instalación de sistemas de riego subterráneo en diferentes zonas del país y la región, siendo la primera Punitaqui, donde se comprobó su éxito.
Quien comenzó a probarlo fue Luis Leris, extensionista de INIA y encargado de la Oficina Técnica INIA Limarí, en 2018. “Desde que comenzó la sequía comencé a cuestionarme sobre qué hacer para poder aprovechar bien cada gota de agua que existe. Comencé a desarrollar estos sistemas de riego por goteo subterráneo el año 2018 con un pequeño productor de queso de cabra, ya a cuatro años de instalado está cosechando con un porcentaje menor de agua con los datos que maneja él y la productividad es mayor”.
Según explicó Leris, una de las cualidades del sistema de riego subterráneo es que el agua llega directamente a la raíz, “este sistema lo que busca es llegar con el agua a los puntos de absorción de la planta, la planta absorbe por sus raíces, las raíces están ubicadas desde los 10 centímetros hacia abajo y lo que estamos haciendo con este sistema es llegar a donde está la masa radicular con el agua, por lo tanto, no se ve en la superficie emisores de riego, goteros ni nada, tampoco cuando se riega se ve húmedo el suelo en superficie”.
Christian Álvarez, seremi de agricultura, destacó el establecimiento del ensayo. “Con el ensayo que comenzó INIA en su parcela experimental se generará información valiosa para las y los pequeños agricultores y crianceros de la región, quienes tendrán datos probados sobre la eficiencia hídrica del riego subterráneo para el cultivo de alfalfa”.
Es importante mencionar que el sistema de riego por goteo subterráneo utiliza tuberías enterradas a una profundidad que puede variar entre 10 y 30 cm, en función del tipo de suelo, cultivo a regar y caudal del gotero a usar. Solo se moja la parte del suelo donde se concentran las raíces absorbentes, eliminando las pérdidas de agua por evaporación directa desde el suelo, puesto que la humedad no aflora a la superficie.
La estrategia de este tipo de riego consiste en aplicar cantidades de agua muy pequeñas y con una frecuencia alta. Así se logra que el agua en el suelo se mantenga en un nivel constante, evitando las fluctuaciones de humedad en el terreno.
Además de la reducción en el consumo de agua, el sistema de riego subterráneo evita la evaporación, las pérdidas por escorrentía y riesgo de erosión de los suelos, además, mejora el rendimiento del cultivo al proporcionar una distribución uniforme y constante del agua en el suelo y evita problemas relacionados con enfermedades o plagas, lo que a su vez reduce el uso de pesticidas. Otra de sus ventajas es que mejora la aplicación de fertilizantes, se controlala salinidad, al mantener un nivel estable de humedad en el suelo y existe menor contaminación de suelos y acuíferos subterráneos al evitar percolación profunda.
También reduce el crecimiento de malezas, mejorando la calidad del forraje producido y disminuyendo el uso de herbicidas, tiene menor exposición a roturas y permite regar zonas difíciles o inaccesibles para otros métodos convencionales. Por ejemplo, áreas con pendientes pronunciadas donde es difícil aplicar el agua sin generar erosión o deslizamientos. Para la producción de alfalfa permite regar, hacer corte o secar heno al mismo tiempo, lo que evita el estrés hídrico producido en cada cosecha, puesto que, con métodos de riego superficial, se debe dejar de regar para cortar, henificar y enfardar.