El cuarto más seco en la historia de Chile. Así fue definido este 2021 por el Ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, durante la entrega del balance hídrico anual y pronósticos para los próximos meses. Todavía más, no descartó el racionamiento de agua.
Falta de precipitaciones que ha ocasionado desde un déficit de nieve en la cordillera, hasta una baja acumulación del recurso hídrico en los embalses. Sin ir más lejos, los tranques de la Región de Coquimbo promedian un 26% de almacenamiento. De hecho, Cogotí está solo a un 5 por ciento de su capacidad total.
En detalle, las regiones con mayores aumentos son Magallanes con un 11,79%, Coquimbo con un 9,89, Los Lagos con un 8,58 y Aysén con un 8,09 por ciento.
“Esta situación tiene un par de explicaciones: una es que en el contexto del COVID-19, cierta parte de la población ha migrado desde otros sectores a vivir a la provincia a su segunda vivienda. En el fondo, hay personas que se han movilizado a otros territorios, por lo tanto, el consumo de agua cambia con el movimiento de esta población flotante”, sostuvo el académico y director del Laboratorio de Prospección, Monitoreo y Modelación de Recursos Agrícolas y Ambientales (PROMMRA) de la Universidad de La Serena, Pablo Álvarez.
Añadió que “una segunda explicación es que una persona que llega a su casa y abre la llave (…) las personas no les damos el cuidado, el proteger tanto el recurso porque creemos que siempre va a venir de una fuente inagotable y eso no es cierto. Estamos protegidos por esta temporada y la siguiente, pero si tenemos otro año más seco, la situación se empezará a complicar”.
Esta alza es la sexta consecutiva desde que se revirtiera la tendencia a la baja ocurrida a raíz de la pandemia. Respecto a la variación del uso en comparación al mes anterior, se aprecia un incremento, totalizando un promedio de 14,71 metros cúbicos por cliente residencial. Este aumento también se puede explicar por las diferentes medidas a nivel país reflejadas en la activación de las actividades industriales y comerciales.
Uso racional del agua
Ante esta alza en el consumo, desde Aguas del Valle, su gerente regional, Andrés Nazer, manifestó que están permanentemente monitoreando sus operaciones para asegurar la continuidad y calidad del servicio de distribución de agua potable y recolección de aguas servidas. “Este monitoreo consiste en la revisión permanente de instalaciones, redes de agua potable y de alcantarillado; la mantención preventiva de equipos de bombeo; la coordinación permanente con el centro de control de operaciones; el refuerzo de turnos cuando es necesario y la realización de controles específicos para chequear niveles además de demandas, con la finalidad de garantizar una adecuada y eficiente operación de todo el sistema”, aseguró.
Agregó Nazer que la mega sequía llegó para quedarse y por eso es fundamental que los turistas además de residentes sean conscientes de esta situación y realicen un uso racional de este vital elemento.
“Esta crítica situación de escasez hídrica, nos ha llevado a extremar los esfuerzos para mantener la continuidad del servicio en toda nuestra área de concesión y en otros sectores rurales que igualmente son abastecidos desde nuestros sistemas. Por ello, seguimos desarrollando nuevas obras, aumentando las fuentes subterráneas y trabajando con diversos actores de la cuenca, para ir reforzando nuestra producción”, concluyó.
En los últimos 10 años, Aguas del Valle ha destinado más de $52.000 millones en inversiones y gastos para abordar la sequía (extra a las inversiones habituales), que se han traducido en nuevos tranques, pozos, estanques, extensas conducciones, traslado de agua en camiones aljibe y arriendo de derechos de agua, entre otros.