¿Ir a tomar helado es un panorama? Nosotros creemos que sí, y la razón es muy simple, los helados artesanales que se ofrecen en la Región de Coquimbo son una verdadera experiencia de sabor.
En la zona encontramos variadas alternativas para disfrutar este postre, desde aquellas que llevan más de 80 años cautivando al público con sabores tradicionales, a otras que han innovado con recetas atractivas, como copao o mango sour.
En nuestro recorrido, también destacan gelaterías, que con preparaciones italianas de la mismísima bota europea, encantan a residentes y visitantes.
89 años de historia
Una de las más antiguas es La Crisis, ubicada en Los Perales 845, en La Serena. Desde 1933 se dedica a la fabricación de helados 100% artesanales. Pese a los cambios de domicilio, conserva su sello único.
Sus clientes la prefieren por tradición, historia y calidad. En ella podemos degustar una gran variedad de sabores, alrededor de 20 para ser exactos. Entre los más vendidos, se encuentra vainilla, coco, canela, bocado, café con leche, chocolate, papaya y frutas de temporada.
Sabor italiano
Una cuadra más abajo, en Los Perales 755, está emplazada la Gelatería San Damián, que también tienen una sucursal en Peñuelas, específicamente en Marbella 4958, con una oferta de más de 160 sabores, que van rotando según disponibilidad y demanda. Estos pueden ser a base de crema, agua, veganos y sin azúcar.
Si bien su historia es reciente, comenzó en 2019, ha sabido encantar los paladares de quienes los visitan con una receta exclusiva proveniente directamente desde Italia.
Su dueño, Carlos Cid, admite que si bien fue complejo en un inicio por factores como la crisis social y la pandemia, ahora son visitados de manera frecuente por habitantes de la zona, y también por turistas que quieren deleitarse con un sabor único.
“Ofrecemos un helado de calidad, lo más similar a un helado italiano. Traemos nuestros productos directamente desde Italia sin intermediarios y trabajamos con una receta que fue hecha para nosotros por un chef italiano. La tenemos patentada”, cuenta.
Sobre la modalidad de atención, comenta que los clientes pueden tomarse el helado en el local, llevárselo o pedirlo por delivery.
En relación a su irrupción en el mercado, valora que “tenemos clientes bien frecuentes que nos visitan a menudo y que les gusta el producto y la atención que es nuestro fuerte”.
Por último, detalla que los sabores favoritos de los asistentes son limonada San Damián, plátano manjar y hojarasca.
Sello innovador
Para disfrutar de los helados que ofrece Juan Carlos Aguirre en El Gelatto no hay excusas. Y es que además del punto de venta principal, ubicado en Peñuelas Norte 188, cuenta con más de 20 sucursales, la mayoría concesionadas, que se encuentran en la misma Avenida del Mar, en el centro de La Serena y en otros balnearios como Tongoy y Guanaqueros.
La innovación es su sello principal. Aquí se puede disfrutar de sabores tan variados como mango sour, pisco sour, copao, harina tostada o arroz con leche.
“Tenemos en este minuto 52 sabores a disposición”, comenta Aguirre, recordando que la fabricación de sus helados comenzó en Vicuña, hace 22 años.
“Nos hemos ganado el espacio a nivel nacional y regional con nuestros productos y en eso estamos, cada día creciendo más”, valoró, agregando que los helados más vendidos son cielo azul y las variedades italianas torta amor y chessecake de diferentes sabores.
“Fuimos premiados como heladería innovadora a nivel nacional, lo que ha sido bien satisfactorio para nosotros”, concluyó el empresario.
El helado de canela
Cuando uno pregunta sobre el helado más famoso de la Región de Coquimbo, el de canela se empina en lo alto. Y es que este sabor invita a una experiencia inigualable, nos comenta, Karina Cuello, hija de José Cuello, dueño de la heladería El Cobre en Vicuña.
Se trata de una de las heladerías tradicionales más famosas del Valle del Elqui, su única sucursal ubicada en Gabriela Mistral 507, ofrece recetas que tienen una historia de 100 años.
“La heladería tiene 42 años desde que mi papá la compró al dueño anterior, pero la máquina que él ocupa, que es una máquina italiana, tiene más de 100”, nos comenta Karina Cuello, narrando el proceso “totalmente artesanal” de la fabricación de sus helados, que son de fruta a base de agua.
“Él compra la fruta, la pela manualmente, la pica y después se hace. Es agua, azúcar, fruta y el neutro que es el que le da la consistencia. Todo ese proceso es absolutamente manual y después se deja caer el caldo (…) con esa máquina se va batiendo, se va aireando y queda listo para ser vendido”, comentó Cuello, destacando el helado de canela, papaya y manjar como los más consumidos.